Umar ibn al-Jayam (Omar Khayyam) (Persia, ¿1040 d.C – 1124 d.C?) está considerado como uno de los grandes poetas de la literatura persa.
Los temas principales de las Rubaiyats son el paso del tiempo y la insignificancia del individuo. Difíciles cuestiones que el poeta logra disuadir con el amor, la conciencia propia de existir y los dulces delirios de la embriaguez. Con una fuerte inclinación al carpe diem latino, el amor de Jayam es un amor descomunal a la vida, amor a los actos que se hacen con convencimiento, amor a las altas y bajas pasiones del hombre.
Contemplar un atardecer, tomar una ánfora de vino o permanecer, simplemente, en compañía de la bienamada, son las lecciones que lega este tratado de lo humano, fruto de una vida melancólica a la vez que libertina, en la que el goce y los placeres efímeros tienen la misma valía que el conocimiento, la necesidad de un universo que ofrezca explicaciones o, incluso, igual de importantes que la propia Religión.
Contemplar un atardecer, tomar una ánfora de vino o permanecer, simplemente, en compañía de la bienamada, son las lecciones que lega este tratado de lo humano, fruto de una vida melancólica a la vez que libertina, en la que el goce y los placeres efímeros tienen la misma valía que el conocimiento, la necesidad de un universo que ofrezca explicaciones o, incluso, igual de importantes que la propia Religión.
Todos saben que jamás murmuré una oración. Todos saben también que jamás traté de disimular mis defectos. Ignoro si existen una Justicia y una Misericordia. Si las hay, estoy en paz, porque siempre fui sincero.
"II.
¿Qué vale más? ¿Examinar nuestra conciencia ante la mesa de una taberna o postrarnos ante una mezquita con el alma ausente? No me preocupa saber si Dios esxiste ni el destino que me reserva".